Temperatura de la Luz: ¿De qué se trata?

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Temperatura de la luz : ¿De qué se trata?

La manera en la que percibimos una atmósfera, obedece a menudo a la tonalidad de luz que produce una fuente lumínica y está es clave para transformar un ambiente repulsivo a uno totalmente agradable. Esto depende de lo que capte nuestro receptor, el ojo humano, ya que los receptores del órgano ocular transportan esta información al cerebro, lo que se traduce en sensaciones, emociones y conductas, por ello la importancia de saber elegir el tipo de luces con el que se iluminarán nuestros espacios.

La temperatura de color varía según tres tonalidades que son medidas y se expresan en grados Kelvin °K.

Conociendo lo anterior podemos considerar entonces, que la temperatura de la luz es una variable a tener en cuenta a la hora de escoger las luminarias adecuadas para los espacios que queremos iluminar y qué se debe tener en cuenta los colores a usar en cada espacios, según el efecto que deseemos producir o las actividades que vayamos a realizar.

Aprender a utilizar el color de la temperatura de la luz según el ambiente, es primordial en decoración, pues se tienen que tener en cuenta distintos parámetros y definir cuáles son los elementos que se usarán según el ambiente. La diferenciación en los elementos está en el efecto que se requiera para cada lugar o ambiente.

¿Qué uso suele recomendarse para cada temperatura de luz?

Para dormitorios, habitaciones, salas, salones, entre otros, suele usarse la luz cálida 3000°K, recordando que esta luz es relajante, aunque también la podemos encontrar en ambientes como spas, centros de acondicionamiento y relajación, ya que brindan una sensación de intimidad y confort.

Actualmente y a raíz del auge en cuestiones de teletrabajo, las apuestas están orientadas a un mejor rendimiento laboral desde casa y disminuir fatigas visuales, para esto lo ideal es que estas luces se encuentren entre 3.300 °K y los 5.300 °K. La luz neutra 4000 °K por lo regular se utiliza en espacios con diferentes entradas de luz natural, para que estas se fusionen, complementen y puedan dar mayor luminosidad, este tipo de iluminación se puede usar en restaurantes o cafeterías.

En cambio, la luz fría, es posiblemente la más demandada en espacios domésticos, pues su uso va desde interiores, hasta baños, armarios y cocinas. La luz fría también es muy cotizada en oficinas, almacenes, centros de cadena, clínicas y demás lugares de actividad continua.

Se debe recordar que estas son solo sugerencias de las prácticas que por lo regular se realizan. De manera individual y por gusto propio, puede variar según la sensibilidad que se tenga a la luz o del gusto de cada persona.